Semanario REGION®

Del 19 al 25 de mayo de 2017 - Año 27 - Nº 1.271 - INPI 1983083

2017: El año de los autos voladores. Cuando la ciencia ficción se pragmatiza

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El PAL-V” se trata de un giroplano, una aeronave de dimensiones reducidas que vuela según los principios físicos del helicóptero, o de un triciclo con sistemas de propulsión dual basado en motores Rotax, capaces de soportar la circulación en tierra y en aire.

En los primeros meses de 2017, fue noticia que la compañía holandesa “PAL-V”, puso a la venta los dos primeros vehículos homologados para circular por aire y por tierra.
El arranque fue con dos modelos: el Liberty Pioneer (u$s 600 mil) y el Liberty Sport (u$s 400 mil), logrados tras ocho años de trabajo desde las primeras pruebas de sus prototipos, para oficializar la salida al mercado del primer auto volador de la historia.

Cambia, todo cambia
Así las cosas, los históricos fabricantes de autos que ya se han visto en un desafío por los vehículos autónomos -aquellos que prescindirán de la conducción humana- y por los eléctricos -los que cambian la fuente de combustible por una sustentable-, ahora se les suma otro karma, el de los vehículos voladores.
Por eso no es de extrañar que también empiecen a ver el negocio los que ya se dedican a la aeronavegación, esta vez, “bajando a circular por tierra lo que antes era solo por aire”.
Allí encontramos a la compañía “Airbus” que tiene previsto probar antes de que termine 2017, el prototipo de un vehículo volador autopilotado “como una forma de evitar los embotellamientos en las grandes ciudades”, según dijo a la prensa el presidente ejecutivo del grupo aeroespacial.
Mientras que los creadores de “PAL-V” se muestran satisfechos tan solo con haber concebido al único vehículo homologado de aire-tierra respetando estándares europeos y estadounidenses, la gente de “Airbus” la motiva otra consideración: “no se puede ignorar este segmento y quedar fuera del negocio”, dijo un vocero.

Veloz arriba y abajo
El PAL-V” es un biplaza que se inspira en las facilidades de aterrizaje de los helicópteros, por razones de seguridad y operatividad. Pero en virtud del despegue, precisan una ruta libre de obstáculos de 180 metros. En las calles, gracias a una potencia de cien caballos de fuerza, acelera a 160 kilómetros por hora de velocidad máxima. En las curvas, su sistema de suspensión inclina la cabina para garantizar estabilidad de giro. Para pasar del auto al avión, el vehículo despliega la hélice -que se mantiene oculta durante el modo conducción- por medio de un mástil para pasar al modo vuelo en una tarea que demanda máximo diez minutos. En modo vuelo, alcanza una velocidad máxima de 180 kilómetros por hora, aunque por disposición de niveles de consumo la recomendación denuncia como velocidad punta los 140 kilómetros por hora. Su tanque de combustible de cien litros le concede una autonomía de vuelo de 500 kilómetros con una altitud máxima de 3.500 metros.

Urban Air Mobility
Así se denomina el proyecto de “Airbus”que busca ser una solución a los embotellamientos en las grandes ciudades -del que no hay mucho detalle aún- explorando conceptos para crear un vehículo aéreo para el transporte individual y otro al estilo de un helicóptero que pueda llevar a varios ocupantes.
“Hace 100 años, el transporte urbano era subterráneo, ahora tenemos los medios tecnológicos para ir por encima de la superficie”, dijo el presidente ejecutivo de la empresa, que sostuvo que el uso de los cielos podría reducir también los costos para los planificadores de infraestructuras de las ciudades. “Volando, no tienes que destinar miles de millones a puentes de hormigón y carreteras”, destacó.

AeroMobil
Otro que prometió para el 2017 es una empresa eslovaca con su “AeroMobil” que puede volar casi 700 kilómetros con el depósito lleno y cuando pliega sus alas puede estacionar en el espacio de un auto normal y puede abastecerse de combustible en cualquier estación de servicio típica. En estos momentos están desarrollando también una versión que no necesita de conductor y que también puede volar, obviamente.

 

Toyota y Bridgestone firmaron un acuerdo de distribución de neumáticos

Toyota Argentina y Bridgestone firmaron un acuerdo para comercializar neumáticos en toda la red oficial de la automotriz japonesa en nuestro país.
El acuerdo contempla también la capacitación técnica de todos los asesores de los concesionarios, y el desarrollo en forma conjunta de materiales promocionales como expositores, soportes y banners para todos los puntos de servicio. Durante la primera etapa se trabajó en 14 concesionarios, y durante 2017 se llegará a toda la red oficial Toyota.

“El convenio con Toyota Argentina nos permite llegar a nuestro consumidor en conjunto con una compañía que comparte los mismos valores que la nuestra como la calidad, la seguridad y la mejora continua”, afirmó Agustin Pedroni, Presidente de Bridgestone Argentina.

El Presidente de Toyota Argentina, Daniel Herrero, destacó el trabajo de ambos equipos y aseguró: “La filosofía de la compañía nos obliga todos los días a redoblar esfuerzos para seguir ofreciendo los mejores servicios a nuestros clientes”.
A través de su red de 43 concesionarios y 85 puntos de venta distribuidos en todo el país, Toyota trabaja en forma continua para ofrecer una atención de postventa de excelencia.